30 de julio de 2009

Se veía venir

Poco se ha tardado, la verdad. No hace ni un año que Barack Obama es presidente del "mundo" (aunque sólo lo elijan los estadounidenses) y ya están preparando su 'biopic'. No sólo eso, sino que ya se ha seleccionado al actor: Denzel Washington.

Se descarta, así, la sugerencia del mandatario demócrata, quien recomendaba a Will Smith porque sus orejas son muy similares. Pues nada, Washington tendrá que ponerse prótesis. Eso sí, a mí la elección me parece magnífica.

Los de Freaking News han hecho este montaje para que nos vayamos haciendo a la idea...

29 de julio de 2009

Y a pesar de todo te quiero

Hace nueve años que vivo en Madrid y me parece que fue ayer. Trasladarse a Madrid fue toda una experiencia. A cientos de kilómetros de la TIERRA. Sí, con mayúsculas, porque para los gallegos esa palabra encierra mil significados: hogar, familia, compañía, amistad, historia, cultura, orgullo... Es indescriptible la sensación que te embarga cuando estás tan lejos de tu tierra y escuchas el sonido de una gaita. A mí, por lo menos, se me ilumina la cara y me pongo a sonreír. Habrá quien me vea y piense que estoy loca, pero... me da igual. En ese momento soy feliz.

En fin, que la mudanza a Madrid a mí me marcó, para bien y para mal. Bien porque conoces gente nueva y pude estudiar lo que realmente quería (o eso creo). Mal porque si vives en la capital aún; pero como te vayas a una de sus ciudades dormitorio... Yo me quedé durante tres años en Getafe y, aunque al final le coges algo de cariño, eso de que las casas se construyan del mismo estilo según el barrio (sólo variando el tono de color del ladrillo, la altura y poco más) daban una sensación de falta de identidad que dura mientras vives allí. Menos mal que hace seis años guardé todas mis pequeñas cosas (y las grandes también) en cajas y ¡a Madrid!

Hay gente que odia Madrid. Por su ruido incesante, su calor veraniego, su frío invernal, las aglomeraciones de gente, los atascos, las obras, las paredes de papel... Y pocas más cosas negativas se me ocurren porque a mí me gusta Madrid.

Parque del Capricho.

Porque disfruto paseando bajo 35 grados un día de agosto cuando media ciudad está de vacaciones y la otra media disfruta de su siesta o del aire acondicionado. Porque me gusta calarme un gorro de lana, la bufanda y los guantes, y que un viento frío me congele la cara. Porque me gusta que siempre haya gente por la calle y, aun así, pases desapercibida. Porque puedo ir al cine, al teatro, a exposiciones de fotografía... Porque me gusta asomarme al mirador que hay en el Templo de Debod y ver el Palacio Real y la Casa de Campo mientras el sol se pone y deja tonos pastel en el cielo.

Estas y mil cosas más hacen que estar tan lejos da terriña sea más llevadero. Y poco me importa que a mis amigos no madrileños les parezca de lo más estrambótico que a mí sí me guste Madrid.