Lo de menos es que los barcos tuvieran que evitar el curso del gran pedazo de hielo. Lo importante aquí es que hace poco veíamos cómo se deshacía el Perito Moreno. Y ahora parece que el turno le toca a la gran isla de hielo, que parece que pronto hará honor a su nombre en inglés (Greenland) y podremos ver los prados verdes que se ocultan bajo el hielo.
En fin, yo aún no pierdo la esperanza de ver en persona el Perito Moreno antes de que se derrita del todo. Y también espero ver algún día Groenlandia todavía cubierta de hielo.
Este año tuve la oportunidad de volar a Nueva York, con la suerte de que el avión sobrevoló Terranova. Claro que antes de llegar a vislumbrar la isla canadiense lo único que se ve son kilómetros y kilómetros de océano... helado. La sensación... impresionante. No, sobrecogedora.

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